Andrés Montes fue el más grande.
Consiguió enganchar a toda una generación al baloncesto en horarios intempestuosos a partidos cuya emoción principal era oír su voz.
Logro ser la pareja perfecta junto a Daimel por delante de gente tan grande como Stockton-Malone incluso Jordan-Pippen
Nos vendió la moto en cada partido, con sus "Chaqueta metálica" "Cumbres borrascosas" "El gasman de la liga" "Airolinias Jordan" y un sinfín de motes, historias y aventuras que en principio a nadie nos importaba, pero que hizo ser nuestras.
Nos hizo ser parte del club, de ese club baloncestistico que somos ahora muchos gracias a el.
Pero por encima de todo consiguió que la vida fuera maravillosa, mas maravillosa al oír su voz.
Descansa en Paz
PD: "Vivo en un escalofrío continuo. Se ha ido un genio y uno de mis mejores amigos..." (A. Daimiel)